J.L. PEDREIRA MASSA
Psiquiatra y Psicoterapeuta de niños y adolescentes.
Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.
Profesor Tutor de UNED
INTRODUCCION
Decididamente estamos con los tiempos que corren. Nos gustan
las cibertecnologías. Cuanto más estemos a la última, mucho mejor. Hay que
tener: TV 3D con pantalla curvada e interconectable con el resto de los
aparatos de la casa; PC de mesa de gran almacenaje; PC portátil versátil y
flexible; tablet de última generación; teléfono móvil smarphone de sexta
generación…no, no nos olvidemos del reloj digital multifunción…. ¿se puede
pedir más?
Claro que todo esto supone un gran avance, también son
instrumentos educativos. La explosión de la época de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC). De hecho nada de lo antedicho es
pernicioso en sí mismo, es o no es oportuno su uso, desde luego es o no es
oportuno su abuso y, desde luego, nos hace pensar sus consecuencias en algunas
circunstancias y en algunas personas.
No, desde luego no se debe alarmar ni dramatizar acerca de
su uso, mucho menos generalizar. Pero tampoco se puede minimizar y, sobre todo,
no se debe olvidar lo que vamos a exponer aquí.
¿DE DONDE SE OBTIENE LA INFORMACION?
Dos fuentes de información son las fundamentales: Las
consultas externas de psiquiatría de la infancia y la adolescencia y una unidad
de hospitalización de agudos de psiquiatría de la infancia y la adolescencia.
Puede que vds crean que es un origen sesgado, pero si ya
llegan ahí es que algo está pasando fuera, simplemente por el modelo de
salud/enfermedad en la comunidad de Goldberg & Huxley.
¿QUE PASA? ¿ES PARA TANTO?
Es para tenerlo en cuenta. Hay un trayecto desde el uso al
abuso y ese trayecto es muy parecido al que se recorre en las conductas
adictivas con sustancias de abuso. De tal suerte que desde 1990 la escuela
francesa empezó a hablar de “conductas adictivas sin sustancias”.
Así que el primer escalón en psicopatología supone reconocer
la conducta adictiva a las TIC y sus características en la clínica.
Una vez que tenemos la conducta adictiva hay que ver cómo se
expresa, para ello analizamos los vectores clásicos de la psicopatología:
- El nivel del funcionamiento mental: se va restringiendo el campo y parece que existe una “dedicación exclusiva”, habrá que ver el comportamiento, el humor, los ritmos circadianos, el funcionamiento cognitivo….
- El funcionamiento como sujeto: la alteración psicomotriz, la alteración neurofisiológica y las alteraciones de salud física, los temas de conversación y de intereses….
- El funcionamiento familiar: se va restringiendo la comunicación intrafamiliar, se va encerrando, alteración del patrón de comportamiento, el “encerramiento”….
- El funcionamiento relacional: cada vez más ensimismado, las amistades se resienten, ¿hay algo además de las TIC?...
- El ser social: pasa a ser “inmenso” las amistades infinitas, las redes que me atrapan…
Todo ello tiene vías de expresión sintomática clara, que en
este resumen solamente enumeraremos:
- La presencia de clínica psicosomática, casi siempre con alteración de los ritmos de sueño-vigilia y de alimentación
- La alteración del comportamiento, con irritabilidad o franca agresividad y la función del aislamiento socio-familiar.
- Síntomas de la serie depresiva, incluyendo el papel de la muerte.
- Los temas de la vida: comer, autoagredirse y el suicidio, tres temas estrella.
- El funcionamiento disociado, en algunas ocasiones y en personas vulnerables.
- No, nos olvidamos del paso de bullying al ciberbullying en sus múltiples formas.
Ahora queda actuar, intervenir. Como en toda adicción es
difícil, pero ¿estamos dispuestos?
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